Los niños tienen diferentes reacciones a los eventos adversos en su entorno. La cultura influye en la forma en que expresamos las emociones. En algunas culturas, por ejemplo, no es apropiado mostrar emociones fuertes como llorar en voz alta, mientras que en otras está ampliamente aceptado.
Un artículo realizado por UNICEF nos habla acerca de algunas señales de angustia pueden no ser tan obvias, los niños mostrarán diferentes signos, por ejemplo, durante momentos de estrés y crisis, los niños observarán el comportamiento y las emociones de los adultos en busca de pistas sobre cómo manejar las propias.
Reacciones comunes al estrés en los niños
Muchas de estas reacciones solo duran poco tiempo y son reacciones normales a eventos estresantes. Si estas reacciones duran un período prolongado de tiempo, el niño puede necesitar el apoyo de un especialista.
Por ejemplo, en el caso de niños de 0 a 3 años, las reacciones pueden ser:
- Aferrarse a sus cuidadores más de lo normal
- Regresión a comportamientos anteriores (más jóvenes)
- Cambios en los patrones de sueño y alimentación.
- Mayor irritabilidad
- Aumento de la hiperactividad
- Más miedo a las cosas
- Más demandante
- Llanto más frecuente
En niños de 4-6 años algunos signos son:
- Aferrarse a los adultos
- Regresión a comportamientos anteriores (más jóvenes)
- Cambios en los patrones de sueño y alimentación.
- Mayor irritabilidad
- Concentración más pobre
- Volverse más inactivo o hiperactivo
- Dejar de jugar
- Asume roles de adultos
- Deja de hablar
- Más ansioso o preocupado
También, pueden manifestar algunas reacciones físicas, por lo que es recomendable que acudas a un médico sobre todo si muestran estos signos durante un período prolongado de tiempo.
Estas reacciones físicas pueden ser:
- Cansancio
- Opresión en el pecho
- Dificultad para respirar
- Boca seca
- Debilidad muscular
- Dolor de estómago
- Mareo
- Sacudida
- dolores de cabeza
- dolores generales
Si has identificado algunos de estos comportamientos, puedes realizar actividades para reducir el estrés y apoyar el bienestar de tu hijo y brindarle estrategias de afrontamiento positivas que respalden su bienestar. Por supuesto, estas actividades pueden ser de mucho beneficio para ti.
Manejar la respiración abdominal es muy relajante y nos ayuda a extraer oxígeno profundamente en nuestros pulmones.
Puedes hacerlo de la siguiente manera:
- Coloca tu mano sobre su estómago
- Guíalo a tomar 5 respiraciones profundas, inhalando por la nariz durante 5 segundos y exhalando por la boca durante otros 5.
A veces, el mundo que nos rodea puede resultar abrumador. Al tomarse un momento para imaginar estar en un lugar tranquilo sin estrés, los niños pueden sentirse menos estresados.
Puedes ayudar a tu pequeño estimulando su imaginación así:
- Pueden sentarse o acostarse en una posición cómoda, cierren los ojos y relájense.
- Tomen varias respiraciones lentas y profundas por la nariz y hacia el abdomen exhalando por la boca
- Sigue respirando lenta y suavemente. Inhalaciones suaves y prolongadas y luego exhalaciones suaves y prolongadas
- Ahora crea una bella historia con algunos detalles como colores, formas o personajes agradables e imaginen juntos estar con total tranquilidad.
Puedes leer el artículo completo en: How to recognize signs of distress in children | UNICEF Parenting
Por: Mariana Marroquín Ortiz
Equipo de redacción de Los Mejores Jardines