7 diciembre, 2022 | Tiempo de Padres

Cómo enseñar a los niños a ser buenos perdedores y ganadores en los juegos

Son muchos los niños que explotan en rabietas se enfadan o culpan a otros cuando pierden mientras en algún juego, a pesar de que los adultos les repitamos una y otra vez que lo importante no es ganar o perder, sino participar y divertirse.

Cómo enseñar a los niños a ser buenos perdedores y ganadores en los juegos

Es importante enseñar a los niños a lidiar con los fracasos que se irán encontrando a lo largo de su vida y cómo podemos hacerlo con empatía y respeto.

¿Por qué muchos niños no saben perder?

No siempre es fácil aceptar una derrota, y en el caso de los niños lo es mucho menos, pues todavía están en pleno proceso de desarrollo de su autoestima y personalidad, son puramente emocionales y necesitan aprender a lidiar con las frustraciones y los fracasos que se van presentando en su vida.

Esto hace que ante una decepción estallen en rabietas, se enfaden, lloren, se encierren en sí mismos o incluso reaccionan de mala forma con quienes le rodean, por no poder conseguir lo que quieren.

Aunque hay niños que aceptan bien la derrota y no parece preocuparles lo más mínimo el hecho de quedar por detrás de otros, para la mayoría de los pequeños no es fácil perder y más cuando otros se burlan de ellos por perder, por lo que los padres debemos enseñarles este valioso aprendizaje que les servirá para toda la vida.

Cómo enseñar a los niños a perder

En primer lugar, y al igual que sucede con cualquier aprendizaje durante la infancia, nuestro ejemplo es fundamental. En muchos casos somos los propios adultos quienes no aceptamos las derrotas, nos enfadamos, insultamos al contrario e incluso inculcamos malas prácticas en nuestros hijos, a veces sin ser conscientes de que ellos nos observan a cada instante.

Muy relacionado con el punto anterior está la importancia de cuidar nuestro lenguaje cuando hablamos con los niños. Frases como “demuestra lo que vales”, “eres el mejor”, “el otro equipo no tiene nada que hacer contra ustedes”, etc., lejos de darles ánimos, pueden ocasionar una gran presión y hacer que los niños crean que el único resultado válido es ganar.

De igual modo, es importantísimo olvidarnos de las etiquetas. Etiquetando a los niños como “perdedores”, “ganadores”, “malos/buenos jugadores”, estamos dañando su autoestima, exigiéndoles demasiado o elevando sus expectativas y poniendo valor, únicamente, en el resultado final.

De acuerdo con lo anterior, el niño no debería sentirse definido por su fracaso o derrota, por lo es importante hacerle entender que perder no significa que no sea válido para hacer algo. Y es que, si no se maneja correctamente, la derrota podría afectar a la autoestima del niño, por lo que debemos valorar otros aspectos importantes como el esfuerzo realizado, la buena actitud mostrada durante el juego u otras habilidades de las que disponga.

Hay que inculcarles a los niños la importancia de esforzarse y superarse a sí mismos, al igual que competir de una manera sana por alcanzar unos objetivos. Pero es fundamental saber encontrar el equilibrio, no exigiéndoles y enseñándoles a disfrutar del proceso, aprendiendo de los errores cometidos con el fin de mejorar y, sobre todo, respetando siempre a los demás.

Hay que enseñar a los niños a normalizar la derrota, transmitiéndoles la idea de que perder no es algo negativo sino todo lo contrario: una experiencia que nos ofrece la vida para poder aprender y superarnos la próxima vez.

Aunque nos duela ver a nuestro hijo perder o enfrentarse a una situación que no es la que esperaba, es fundamental que no tratemos de impedirlo haciendo las cosas por él. En la vida unas veces se pierde y otras se gana, y esta importante lección debe aprenderse lo antes posible.

Ante una derrota, los padres debemos apoyar a nuestro hijo emocionalmente y estar a su lado de forma respetuosa. Jamás restes importancia a lo que siente (para él/ella, el hecho de haber perdido es importante) ni insultes o culpes al contrario para hacerle sentir mejor.

Que tu hijo llore o exprese sus emociones ante una derrota está bien, pero no lo está culpar a otros, insultar, enfadarse o tener comentarios o actitudes hirientes hacia otras personas. Si tu hijo presenta este tipo de comportamientos, puedes poner en práctica los consejos aquí mencionados para lidiar de forma positiva con esta situación.

Por otro lado, es importante enseñar a nuestros hijos que ante una victoria no deberían alardear frente al otro con intención de herirlo por no haber ganado, pues ese impulso de competencia los puede afectar negativamente al olvidar el verdadero sentido del juego, que como lo mencionamos, no es ganar o perder, sino participar y divertirse.

No presiones a tu hijo a ser siempre el ganador o le des la idea de que tiene que ser un “campeón”. Por el contrario, inculca en él que al mismo tiempo que disfruta su victoria, podría ser empático con quien perdió y desearle “mejor suerte para la próxima” o que no tiene que sentirse mal sino que ha sido divertido jugar y podría ser el próximo ganador.

 

Lee el artículo completo en: https://www.bebesymas.com/desarrollo/como-ensenar-a-ninos-a-perder-cuando-juegan

 

 

Especial para Los Mejores Jardines
Por: Mariana Marroquin Ortiz
Equipo de redacción de Los Mejores Jardines

 

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