Es fundamental reconocer los múltiples beneficios del desarrollo físico que las actividades extracurriculares (AE) aportan al crecimiento de nuestros niños y jóvenes. Estas actividades no solo promueven el bienestar físico, sino que también inciden positivamente en su desarrollo psicológico, social y académico.
Durante las etapas de desarrollo motor en la infancia temprana, es crucial que los niños adquieran patrones básicos de movimiento y motricidad gruesa. Estos elementos, significativos para su maduración sensorial y perceptual, se cultivan a través de actividades físicas tanto dentro como fuera del aula.
Además de sentar las bases para un estilo de vida saludable en la edad adulta, las experiencias positivas con la actividad física durante la infancia contribuyen al bienestar psicológico de los niños y fomentan su disposición para mantenerse activos en su día a día.
Las actividades extracurriculares ofrecen un espacio para experimentar y gestionar diferentes emociones, lo cual enriquece el repertorio emocional de los niños y les brinda herramientas para enfrentar diversos desafíos sociales y emocionales.
Desde el ámbito académico, numerosos estudios respaldan la influencia positiva de la actividad física en el rendimiento escolar, impulsando la motivación intrínseca y activando los dispositivos básicos de aprendizaje.
En el Colegio Bilingüe Abraham Lincoln Preescolar, se prioriza la participación de los niños en actividades extracurriculares como parte integral del currículo. Esto no solo fortalece su desarrollo físico, sino que también potencia habilidades cognitivas, socioemocionales y de resolución de problemas.
Bajo la guía de profesionales expertos como lo es Leisterer y Jekauc (2019), estas actividades se convierten en una herramienta invaluable para promover una vida saludable y un crecimiento integral desde la temprana edad.
ACERCA DE COLEGIO BILINGÜE ABRAHAM LINCOLN PREESCOLAR (BOGOTÁ)
El Preescolar del Colegio Abraham Lincoln, ubicado en la ciudad de Bogotá, Colombia, prioriza el desarrollo integral de los niños, enfocándose en dimensiones clave como el pensamiento crítico y las habilidades emocionales. A través de programas estructurados en torno al juego, el lenguaje, el arte y la literatura, se prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos cotidianos con confianza y competencia.