8 abril, 2021 | Tiempo de Padres

¿Tenemos los hijos que nos merecemos?

En nuestra labor como padres, somos formadores y la buena o mala educación que ofrecemos tendrán consecuencias.  Entendamos juntos, por qué nosotros como padres somos el problema y no ellos que actúan de acuerdo a como les hemos enseñado. Más allá de querer hacer una crítica, te invitamos a un momento de reflexión. Para ello, te presentamos a la psicóloga, escritora y conferencista Pilar Sordo, quien nos explicará cual es nuestro rol y las responsabilidades que tenemos como padres.

¿Dónde quedó nuestra autoridad como padres?  “Somos la única generación de papás que les tuvo miedo a sus padres y hoy día les tiene miedo a los hijos”, nos dice Pilar Sordo y añade “porque si hay algo que yo creo que caracteriza nuestra generación de papás, es que somos una generación que perdió las certezas, que hoy día educa con base a opiniones.” Cuando empezamos a ceder y a decir que sí a todo lo que nuestros hijos nos preguntan es cuando empezamos a perder las certezas. Un ejemplo, es cuando nos enseñaron que un castigo se debía cumplir y asumir a cabalidad, nuestros padres nunca permitieron que la culpa los consumiera. En cambio, a nosotros nos pesa decir no. 

Asimismo, Pilar nos dice: 

“Entender la educación como una visión a largo plazo a nosotros se nos empezó a desdibujar, donde empezamos a perder la capacidad para poner límites y, sobre todo, para hacerles ver a nuestros hijos que las cosas se obtienen en relación al esfuerzo y no en relación solamente a tratar de tener todo fácil.” Hemos llegado a creer que nuestros hijos no deben, o pueden, estar aburridos. Y, para ello, el celular, la Tablet o el televisor, son herramientas fundamentales. No obstante, Pilar nos explica que “el aburrimiento es la madre de la creatividad” y es necesario para crear cosas. Para ejemplificarnos los anterior, nos comenta:

“A los cinco años se les construye el cumpleaños, a los nueve lo entretiene el videojuego, la tele o el computador, dependiendo lo que haya. Entonces, ¿De qué nos extraña que a los 18 el niño tenga que tomar alcohol para poder entretenerse y reírse a carcajadas, si llego a la adolescencia sin saber cómo se hace eso desde adentro?”

Además, estamos formando una generación que no sabe conversar, que todo lo que tiene para decir es a través de una pantalla… pero, ¿Somos culpables de esto? Si, Pilar aclara que, ahora son las pantallas las que hablan en casa, son ellas las que hacen el ruido mientras todos los demás están en silencio: almorzarnos y dormimos viendo la tv. La importancia del dialogo en la mesa se refleja en que “tenemos la capacidad de mirar a los ojos y establecer una conversación que hace que cada persona tenga una posición determinada” añade Pilar. 

Por otro lado, nos invita a entender que hacerles la vida fácil a nuestros hijos, no nos va a dar buenos resultados en temimos valóricos y de madurez.  Lo anterior, porque debemos recordar que lo que nosotros sabemos de la vida lo hemos aprendido a través del dolor y de las cosas difíciles. También, que nuestros hijos necesitan que cambiemos nuestras verbalizaciones negativas: “hablar desde las virtudes y no desde los defectos.” Es muy distintos decirle a un niño ¡por dios que eres egoísta! a decirle, aprende a ser generoso, porque la palabra que se le va a quedar en la cabeza, en el inconsciente, es generoso, no egoísta.

Descubre la charla para padres de Pilar Sordo ingresando a: www.youtube.com/watch?v=pdMv59tvI1I

Para complementar la información anterior, te compartimos los 8 consejos básicos para no malcriar a nuestro hijos, escritos por Jonathan García Allen, fundador y director de comunicación de la web Psicología y Mente

  1. Hacer que tu hijo sea el centro del universo: Seguro que quieres lo mejor para tu hijo, pero hacer todo lo que quieran sea tu prioridad en cualquier circunstancia, le enseña que el mundo es solo para él. 
  1. No reforzar su comportamiento positivo: Los padres ocupados pueden no notar cuando su hijo está tranquilo sin hacer nada malo. Si no refuerzas las conductas positivas de tu hijo, puede que no entienda que lo está haciendo bien. 
  1. Reforzar conductas negativas: En muchas ocasiones, los padres no solo ignoran las conductas positivas, sino que refuerzan las conductas negativas. Si solo reconoces a tu hijo cuando llora, le envías el mensaje equivocado, ya que es posible que asocie que solo llorando consigue toda tu atención.
  1. No poner límites a tu hijo: Si no pones normas y no se las haces cumplir a tu hijo, es posible que crezca siendo maleducado, no cooperativo e irrespetuoso. Los niños pequeños necesitan saber dónde está el límite para que no se conviertan en individuos incivilizados. 
  1. No hacer cumplir las normas de modo coherente: Mientras algunos padres no ponen límites al comportamiento de su hijo, otros ponen límites ambiguos o incoherentes. Por ejemplo, un padre que no le deja a su hijo jugar con la comida unos días, pero a su hermano mayor sí. Si las reglas que le pones a tu hijo no son coherentes o son ambiguas, esto perjudicará a su aprendizaje de normas.
  1. Hacerle regalos a tu hijo cuando no toca: Lo que le regales a tu hijo no es tan importante como el cuándo se lo regales. 
  1. Ceder a los berrinches: Ceder a los berrinches de tu hijo es una manera de reforzar las conductas negativas, y le enseña a tu hijo que puede conseguir todo lo que quiera llorando, pataleando y con constantes berrinches y salidas de tono, y no dialogando o cumpliendo con sus obligaciones.
  1. Actuar como un niño malcriado: Tú eres un modelo para tu hijo, y cómo interaccionas con los miembros de tu familia es algo que puede aprender. Si te comportas de manera infantil delante de tu hijo, es muy posible que piense que esa es la manera de actuar.

Para ver el texto completo te invitamos a ingresar a: https://psicologiaymente.com/desarrollo/consejos-no-malcriar-a-tu-hijo

Especial para Los Mejores Jardines
Por: Andrea Carolina Pedroza
Equipo de redacción de Los Mejores Jardines

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