24 junio, 2020 | Tiempo de Padres

Respeto por el aprendizaje de cada niño

Los niños y los jóvenes tiene un ritmo de aprendizaje diferente y un proceso de asimilación de información propio. Es deber de maestros y de padres identificar a tiempo cuándo se debe hacer un refuerzo escolar.

Reconocer que un hijo tiene problemas de aprendizaje es más difícil de lo que parece, pues muchos padres se rehúsan a aceptarlo. Jeyson López, docente del Gimnasio Oxford, afirma que para identificar los posibles problemas, el maestro deberá realizar un diagnóstico sobre situaciones que involucren conocimientos previos y donde el estudiante haga uso de habilidades de análisis, secuenciación e inferencias (evaluación que realiza la mente entre expresiones bien formadas de un lenguaje).

La mayoría de los estudiantes dan lo mejor de sí para obtener los mejores resultados en ese primer diagnóstico. Sin embargo, sus respuestas terminan siendo incorrectas y el maestro se da cuenta que el estudiante no posee el conocimiento previo necesario, ni hace uso de todas sus habilidades para desarrollarlo. “Algunos, incluso quedan nulos ante situaciones que no son complejas para un nivel dado de desarrollo cognitivo”, afirma López.

En ese primer test no es posible identificar el problema, será necesario realizar pruebas específicas del mismo tipo para evaluar los conocimientos del pequeño. Por otra parte, nos enfrentamos a que no siempre existe un problema, y todo radica en que el menor tiene vacíos conceptuales, que se pueden reforzar de diversas maneras.

Una vez que se compruebe que el niño sí tiene dificultades de aprendizaje, se recomienda realizar un acompañamiento profesional y familiar. Los docentes deben reforzar los temas vistos durante la clase, de manera individual y fuera del horario de clases. El maestro no puede ir al ritmo de los más adelantados, ni de los que presentan dificultades. Ahora bien, no se deben encargar a los maestros la educación de sus hijos, los padres deben brindar amor, confianza, seguridad y tiempo de calidad a sus pequeños.

Aunque no existe una edad determinada ni un momento específico donde se empiezan a presentar los problemas de aprendizaje, es importante estar siempre atentos para identificarlos desde el momento en que empiezan las primeras señales de alerta. Un diagnóstico oportuno hará que sea más fácil el proceso.

Milena Rincón, docente de un colegio distrital, afirma que sí es importante identificar el tipo de problema, pues en muchos casos, las necesidades especiales educativas deben ser diagnosticadas por un especialista de la salud, ya sea, un neurólogo, un psicólogo o un pediatra y cada especialista será encargado de determinar el nivel de complejidad de dicho problema. Pueden ser retardos leves o atención dispersa, que si se tratan acertada y oportunamente se pueden obtener grandes resultados.

Germán Muñoz, coordinador de proyectos de Liceo de Guilford, afirma que los problemas de aprendizaje no solo son cognitivos (como el autismo), también pueden ser de comportamiento, es decir, los que se generan cuando los niños o jóvenes se ven afectados por diversas situaciones ya sean emocionales o sociales.

Cuando el niño no se adapta al colegio, se deben buscar instituciones educativas donde el pequeño se sienta cómodo y el ritmo de enseñanza vaya más acorde a su propio ritmo de aprendizaje. En el caso del Liceo de Guilford, psicólogos, terapeutas, docentes y rector, analizan el caso del niño y establecen estrategias para trabajar con él, de manera conjunta se cita a los padres para que acompañen y apoyen a sus hijos. “Los niños por ningún motivo son excluidos”, el proyecto de la institución busca la aceptación, la diferencia y el reconocimiento de la habilidad del otro, a pesar de la dificultad. Hay niños con autismo que se llevan muy bien con sus compañeros porque tienen excelente memoria y los demás los aceptan como son.

“No son niños con problemas de aprendizaje, sino con condiciones educativas diferentes, se demoran un poco más aprendiendo sus lecciones, pero logran graduarse gracias a su esfuerzo y dedicación”, reitera Muñoz.

“No todos los maestros están preparados para trabajar con estos niños, por esta razón y como parte del programa de entrenamiento docente, se les brinda capacitación, se les enseña acerca de las inteligencias múltiples, modelo propuesto por Howard Gardner en donde la inteligencia no se ve como una unidad sino que integra diferentes capacidades. Lo que se busca en el colegio es que cada niño explore la inteligencia donde mayor habilidad presente”.

Es importante aclarar que los problemas de aprendizaje, dependiendo del grado de dificultad que presente el menor, deben ser manejados por expertos y no forzar o maltratar al pequeño. Madre y padre deberán acompañar a sus hijos y motivarlos a seguir adelante.

“Para identificar los posibles problemas, el maestro deberá realizar un diagnóstico sobre situaciones que involucren conocimientos previos y donde el estudiante haga uso de habilidades de análisis, secuenciación e inferencias” Jeyson López, docente del Gimnasio Oxford

Especial para Los Mejores Jardines

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