15 abril, 2020 | Tiempo de Padres

Cómo prevenir los celos entre hermanos

Rivalidad, no compartir juguetes y hasta agresión física son algunos de los síntomas de esta manifestación infantil.

Tenía 27 años cuando quedé embarazada. En la familia el más emocionado fue mi hijo mayor, quien en ese entonces tenía 7 años. Cuando se enteró que su hermanito sería un varón salió corriendo a la calle gritando: ¡es un niño, es un niño!

Horas más tarde, llegué a la casa con mi segundo bebé en brazos y su reacción no era la que yo esperaba. Pensé que inmediatamente lo iba a abrazar. Por el contrario, se quedó afuera de la habitación diciendo que no lo quería ver. Esa fue la primera de muchas manifestaciones de inconformidad que poco a poco se fueron haciendo evidentes entre ellos”.

Según Carolina Molina, psicóloga, la llegada del recién nacido puede desencadenar
que el primer hijo sienta que si se comporta de la misma manera que lo hace su hermano menor podría llamar más la atención de sus padres. Algunos incluso pueden caer en retrocesos y orinarse en la cama, hablar a media lengua o hacer pataletas, todos estos, procesos que ya habían sido superados.

Otra de las posibles consecuencias de la llegada de un nuevo bebé a la familia es que el hijo mayor se torne agresivo, rebelde, negativo y no obedezca las órdenes a sus padres. En el colegio podría verse distraído, desconcentrado, sin ganas de estudiar y se podría ver afectado su rendimiento académico.

Otros de los síntomas reveladores de los celos es que el pequeño puede empezar a rechazar algunos alimentos o por el contrario, comerlos ansiosamente y sin restricciones; como consecuencia, se enferma con más frecuencia.

Cuando el sentimiento entre los niños es negativo, impide tener tranquilidad en la familia. Si definitivamente los padres reconocen que ya no saben qué hacer o están desesperados, es importante acudir a un especialista para que les ayude a manejar la situación y prevenir por ejemplo, retraimiento, baja autoestima y dificultad en las relaciones sociales. Según la doctora Molina, algunos niños incluso van a volverse agresivos con su hermano, entonces van a querer darles mucha comida, ponerles una almohada en la cara, pellizcarlos, morderlos o mirarlos mal.

Con la llegada del nuevo hermano

Según la doctora Rocío Hernández, psicóloga, “en estos casos lo mejor es explicarle al niño que va a tener un hermanito. Una vez nace, incorporarlo en todas las actividades de la rutina del bebé; por ejemplo, permitirle compartir la hora del baño, dejar que le ponga las medias, que le dé de comer, etc. También es importante preguntarle cómo se siente y hablar abiertamente sobre dichos sentimientos”.

Pese a que el nuevo miembro de la familia requiere toda la atención, es clave no dejar de lado al niño mayor. Por el contrario, dedicarle tiempo y acompañarlo en las rutinas que ya se tenían establecidas (despertarlo o acostarlo, leerle un cuento o jugar con él en una hora especial del día). Si por alguna razón los padres están ocupados, deben negociar con el pequeño y por ningún motivo emitir frases como ¡ya estás muy grande y puedes hacer las cosas solo!, tampoco hacer comparaciones entre hijos, quitarles bruscamente los juguetes ni decirles que ya no los necesitan

Los padres deben liderar este proceso, deben mediar, educar y entender que cada hijo es distinto, cada uno tiene gustos y necesidades diferentes, y todos de igual manera deben ser escuchados y respaldados. Un niño celoso es equivalente a un hombre egoísta y posesivo, a quien le resulta muy difícil aceptar un no

Tips que le pueden ser de gran utilidad:

  • Al Llegar a casa no ignore a su hijo mayor. En lo posible, salúdelo y abrácelo primero.
  • Dedique tiempo exclusivo para el hijo mayor.
  • Hable con su hijo sobre el interés de los adultos por los bebés y explíquele que él siempre va a tener su lugar en la familia.
  • Enséñele a compartir no solo los juguetes, también el espacio.
  • Una vez el bebé va creciendo, permítales tener diferencias. Intervenga solo cuando hay agresión física o groserías.
  • Reconozca las cualidades y defectos de sus hijos.
  • No diga frases despectivas a ninguno de los pequeños.

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