¿Cómo actuar cuando mi hijo hace pataleta?

Como padres y educadores nos vemos frecuentemente enfrentados a diferentes emociones y reacciones de los niños ante diversas situaciones. En algunas ocasiones estas son exteriorizadas a través de llanto incontrolable, gritos, movimientos bruscos o negación a hacer o recibir algo; u otras demonstraciones que comúnmente reconocemos como “pataletas”.

Generalmente estas reacciones de los niños tienden a descontrolar al adulto, provocando gritos, regaños e incluso maltratos físicos que conllevan a que la situación familiar o social del momento se torne muy difícil e inmanejable. Reconociendo esta situación, y con el fin de acompañar a las familias darle un manejo adecuado a estos comportamientos, el equipo pedagógico y psicosocial de aeioTU creó algunas estrategias muy funcionales y prácticas que pueden servir a los padres para gestionar estos momentos de manera asertiva:
Entienda. Para comenzar es importante tener en cuenta que si el niño tiene una pataleta, es necesario dejarlo experimentar sus sentimientos de enojo e inconformidad, lo que no significa ceder o tratar de complacerlo en ese momento. Esto hace referencia a que es necesario entender que es normal que el niño se sienta mal cuando no obtiene lo que quiere, pero que poco a poco podrá ir aprendiendo que hay otras formas de expresar su desconcierto o disgusto.

  • Contenga. Es posible abrazar al niño para reconfórtalo y validar sus sentimientos con frases como “entiendo que estés molesto”, o “yo también me molesto a veces”. Para los niños a quienes no les gusta ser abrazados, el adulto puede brindar apoyo emocional sentándose cerca de él con una actitud de empatía hasta que la pataleta pase.
  • Re-direccione. Puntualmente con niños menores de 3 años una estrategia viable es distraer la atención del niño con estrategias como canciones, chistes, cosquillas o preguntas sobre otros temas de conversación. Todas estas pueden ser un buen recurso para ayudar al niño a salir del estado de frustración.
  • Retome. Cuando el niño finalice su pataleta y esté calmado, es necesario retomar el tema para buscar posibles soluciones con él. Para esto use preguntas como ¿Qué crees que puedes hacer la próxima vez que te sientas molesto? Si el niño ocasionó algún percance cuando estaba realizando la pataleta, es necesario ayudarlo a encontrar soluciones para enmendar el daño.
  • Analice. Es importante recordar que las pataletas son pasajeras siempre y cuando se manejen adecuadamente. Por esto también es necesario ser muy observadores en aquellos casos o situaciones que requieren un manejo más particular. Por ejemplo, es muy diferente el caso de un niño que está buscando atención o ser complacido, al caso de un niño que manifiesta un comportamiento de enojo permanente. Para estos casos especiales es importante contar con apoyo de un profesional especializado que trabaje conjuntamente con la familia.

Especial para Los Mejores Jardines
Por: Nathalie Mejía, Coordinadora Pedagógica aeioTU