Consejos de Bilingual Preschool Kids Country House de bogotá para ser padres ideales y mejorar la relación con tu hijos
El ser “padre, madre”, así como el de ser “hijo” son los únicos títulos que se otorgan sin haber hecho antes “la carrera”, esta se hace luego de adquirir el título: ¡Y tanto padres e hijos nos graduamos el mismo día!. Así, aprender a “ser padre/madre” y aprender a “ser un hijo” son roles que se aprenden día a día, a lo largo de toda la vida.
Y si bien el adquirir el título “padre/madre” no nos hace expertos en crianza, todos traemos un “manual incorporado” desde nuestra infancia; de cómo nos formaron mamá/papá. Este manual “se activa” al ser padres, así varios lo siguen a rajatabla “a mí me educaron así y mírenme no me paso nada”, otros lo rechazan por las profundas heridas “yo no quiero que mi hijo viva lo que yo viví”. Son pocos los padres quienes conscientemente buscan apoyo espiritual, familiar, psicológico o social para ser “modelos” saludables para sus hijos.
Los modelos que recibimos de “papá/mamá” suelen ser una combinación de más o menos afecto (amor) y más o menos exigencia (control), así se generan distintos estilos de ser padres entre los que podemos bosquejar cuatro:
a) Un estilo permisivo de mucho afecto y poca exigencia; caracterizado por “mi hijo va a tener todo lo que yo no tuve”
b) Un estilo autoritario de poco afecto y mucha exigencia; caracterizado por “Aquí se hace lo que yo diga…”
c) Un estilo negligente de poco afecto y poca exigencia; caracterizado por “¡No me moleste, no tengo tiempo!”.
Ser permisivo, autoritario y negligente son estilos de ser padres que se originan desde el miedo y que genera en los niños y las niñas infelicidad, inseguridad, insuficiencia, desvaloración, entre otros.
Pero hay un estilo donde el buen afecto y la exigencia acorde a la edad, construyen seguridad, motivación y felicidad en los niños ¡El estilo democrático!. Este estilo se acerca a lo saludable y deseable porque se origina desde el amor; se motiva a los niños para que se esfuercen al ir logrando pequeñas metas por sí solos.
Ahora, nuestro estilo de ser padre/madre, puede variar a lo largo del tiempo dependiendo de nuestras circunstancias de vida como la cantidad de tiempo de trabajo, la salud física o mental, pero especialmente por nuestras expectativas como padres.
Así, hay tres tipos de padres: a) Quienes genuinamente deseaban y planeaban con felicidad ser padres, b) Quienes en su proyecto tenían claro que no querían ser padres, pero les tocó serlo, lo reconocen e intentan esforzarse por ser mejores, y c) Quienes creían que querían ser padres pero realmente no querían, lo hicieron por cumplir con aquello “de que hay que casarse y tener hijos para ser feliz”, así son padres que “están pero no emocionalmente” se esmeran por una “muy buena fotografía con sus hijos para subir a sus redes sociales” pero en lo cotidiano no se involucran, les molesta pasar más de unos minutos con sus hijos.
De un padre o una madre se espera mucho, tanto que se habla de un “padre o madre ideal” pero tales ¡no existen!. Existen padres y madres reales, bellamente imperfectos, con aciertos y desaciertos, con errores y aprendizajes. Así, más que juzgar, criticar, culpabilizar nuestro estilo de ser padres, porque seguro hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos en “nuestro manual”, hemos de reflexionar: “darnos cuenta de que nos damos cuenta” en qué fallamos y en qué acertamos, y pasar a la acción: cambiar lo que haya que cambiar para acercarnos cada vez más a ese estilo democrático, donde afecto y exigencia se brindan equilibradamente.
Porque todo padre y toda madre que ama a su hijo desea, “que sea feliz”. Pero, ¿Qué contiene esa anhelada felicidad? La felicidad desde la mirada de cada uno, no es fácil definirla porque cada quien la comprende de diferentes formas, así va desde lo más concreto (lo material) a lo más abstracto (el ser). Incluso la felicidad para el padre puede diferir bastante de lo que significa la felicidad para la madre. Pero la felicidad para el niño o la niña es simple, basta preguntar: ¿Qué es lo que más te hace feliz? y dirán: “Jugar con mamá/papá”. La felicidad de un niño/una niña es estar con mamá y papá, y ese “estar feliz con mamá y papá” es lo que lo hará feliz consigo mismo.
Ahora, ¿Cómo está la relación con mi hijo?. Para responder esta pregunta es crucial preguntarnos: ¿Cómo está la relación conmigo mismo? Porque para ser cuidadores de nuestros hijos tenemos que cuidarnos. No puedo ayudar a mi hijo a ser un mejor hijo, a ser feliz, si aún no me he ayudado a ser un mejor padre/una mejor madre ¡Somos su mayor modelo!.
Entonces, no hay que esforzarse mucho para ser un buen padre o una buena madre, para hacer felices a nuestros hijos, basta con dedicar un espacio y tiempo diario, de exclusividad para leerles, cantarles, jugarles, mirarlos a los ojos, tocarlos, abrazarlos, besarlos, escucharlos, hablar con ellos, tirarse al suelo, reír, desconectarse de celulares, televisores, al tiempo que les enseñamos límites, normas y les explicamos “no sólo que no pueden hacer” sino también “lo que sí pueden hacer”.
Su felicidad dependerá en buena medida de brindarles democracia en su crianza. Ser padres es una oportunidad para ser mejores, para darnos a sí mismos esa conciencia de pensar a fondo la idea de la felicidad de nuestros niños y niñas, ¡atrevernos a vivir una vida feliz junto a ellos sin tantos miedos!
¡Gocémonos el ser padres!
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Acerca de Bilingual Preschool Kids Country House Bogotá
Bilingual Preschool Kids Country House (Bogotá) es la única institución preescolar bilingüe de la localidad de Modelia, que cuenta además con amplias zonas verdes e innovadores laboratorios temáticos, brindando un segundo hogar en donde los niños y niñas potencialicen las capacidades intelectuales y físicas a través de la ternura, módulos académicos y la enseñanza lúdica del inglés como segundo idioma.