En los jardines infantiles, y en cualquier otro espacio, siempre van a existir los accidentes, lo importante es saber manejar la situación e identificar hasta qué punto se considera accidente y hasta donde trasciende como agresión física y psicológica que podrían conducir a la muerte del infante. Para reconocer si es accidente o violencia es fundamental ofrecer una capacitación a la comunidad educativa, a la familia y a la sociedad en común donde se trabaje la pedagogía infantil de gestión de riesgos de accidentes y así todos puedan contribuir protegiendo los derechos de los niños.
En los establecimientos de formación de la primera infancia se manejan unos parámetros de prevención de riesgo para el menor, en el cual, los factores que influyen son: los humanos, el ambiente interior y exterior del jardín.
En el factor humano, se encuentra algunas causales de riesgo como lo es la carencia del personal para la atención de los niños, no tener precisión de papel a desempeñar en el jardín infantil, entre otras. A nivel de infraestructura, se considera necesario mantener los espacios iluminados, escaleras y ramplas en perfecto estado, elementos de bioseguridad adaptadas por el jardín y demás.
Lo que se busca es implementar un manual de riesgos donde se contemple la planeación, la implementación, el seguimiento y evaluación, para así tomar medidas preventivas que se deben aplicar en los jardines infantiles construyendo un ambiente sano y seguro donde se pueda desarrollar de forma integral y segura el crecimiento del infante.
Por otra parte, se desea brindar información a los padres de familia para que también implemente medidas de seguridad en sus hogares y así reducir accidentes que se ocasionan por no tener el conocimiento de bioseguridad, de esta manera se podrá garantizar un mejor cuidado para los niños y niñas. Algunas recomendaciones son:
1. Reorganizar los productos de aseo y los objetos corta punzantes en un sitio alto, fuera del alcance del niño o niña
2. Bloquear los cajones que contengan elementos que representen peligros para el menor
3. Utilizar la estufa de forma adecuada donde los utensilios que tengan mangos vayan al fondo.
4. Los protectores para los enchufes son muy beneficioso sobre todo para las partes de mayor acceso a estos.
5. Apartar medicamentos, golosinas o alimentos llamativos del alcance del infante.
6. Proporcionar a los niños y niñas un lugar seguro para jugar y demás.
Para la prevención de la violencia física y psicológica en la primera infancia se recomienda:
1. Escuchar, hablar y comunicarnos de formas didácticas
2. Crear una disciplina positiva
3. Fomentar aptitudes para la vida
4. Ponernos siempre a su altura cuando se le habla
5. Reconocer el buen comportamiento con premios o elogios
La responsabilidad de la protección de los derechos de los niños corresponde a los deberes de los adultos.